miércoles, 31 de julio de 2019

Y de repente...

  Y de repente encontré un placer diferente al escribirte solo a ti... Descubrí que abrir mis pensamientos sin miedo a la comprensión de tu inteligencia, me hacía sentirme más libre... También quisiera añadir, que cuando de repente, me quité la venda del miedo a qué pensarás o más bien... el miedo de que me va a dejar... entendí que lo que me privaba de mi libertad, no eras tú, era el miedo al rechazo... pero cuando acepto que te conozco, que ya no dudo más de ti, que sé como eres y que eres una persona leal... que más da que me leas mis más ocultos sentimientos, mis más retorcidos pensamientos... si ya limpiaste mi mierda literal... (qué expresión más escatológica y a su vez tierna... como cuando limpias los pañales de un bebé). Quizás esa sensación de entrega, sin esperar a ser correspondida... e incluso sabiendo que vives con tus dudas emocionales hacía mí... hace que sea una dura prueba para mí... pero cuento con una gran ventaja, que has leído a escritores más complicados que yo y eso me hace sentirme a gusto, cómoda... porque yo, sólo soy una simple escritora al lado de todos ellos... Eso me recuerda aquel texto del guión de Roma, que le decía José Sacristán a Diego Botto... ("un escritor lo que hace es escribir y no le des más vueltas"), en otras palabras...lo que tienes que hacer es escribir y escribir, sin importarte lo que dirán... cuanto más sincero seas, mejores frases te saldrán... e incluso con suerte, puedes encontrar lectores que se entusiasmen con lo que escribas y sobre todo cómo lo hagas...

          Y este pensamiento aderezado con esta melodía... que sé que te gustará... como a mí... ;-) (Adagio de Albinoni)