"¿Alguna vez te ha ocurrido ver unos puntitos de luz como gusanitos
que se retuercen en el aire? Esos son los hijitos más chiquititos del
Padre. Son Elementales que aún no les ha sido adjudicada una tarea.
Cuando se hayan saciado de jugar en la luz, ellos mismos buscan algo en
que ocuparse, y los Devas y Arcángeles los enseñan. Aprenden a imitar
agua, fuego, aire, tierra, flores, hojas, tallos, frutas, partículas por
supuesto, pero ellos sólo tienen una inteligencia rudimentaria, un don
de imitación que los hace transformarse en aquello que ven. Pero cuando
por fin aprenden a convertirse en su objetivo y que lo reproducen a la
perfección en olor, color, forma, textura y duración, ejercen su tarea
por Siglos. Ellos encarnan la Paciencia Infinita. No conocen el tedio, aunque sí conocen lo que es sentirse mal, incómodos, soportando un ambiente para el cual no nacieron,
como es el tener que reproducirse en la inmundicia que dejan los
humanos en el agua, en la tierra, entre el crimen, el odio, la
vergüenza, el egoísmo. Ya que el premio que ellos acostumbran esperar es
la aprobación y el amor de los humanos. Ellos sí se sublevan ante el
desamor y la ingratitud de aquellos a quienes sirven, y esos son los
cataclismos, los terremotos, los huracanes, las inundaciones, y todas
las desgracias provocadas por la Naturaleza y que no son sino la
rebeldía de elementales desesperados.
Ámalos,
alábalos, exprésales las gracias, en especial al elemental que tiene la
tarea de formar de nuevo tu cuerpo en cada encarnación, y de mantenerlo
en buen estado de funcionamiento, para que no seas de los que participen
en futuros desastres naturales, y para que el elemental de tu cuerpo te
tome cariño y te atienda bien, te mantenga sano y hermoso."
Este trozo de texto, está sacado de un libro llamado Metafísica 4 en 1 volumen 1, de Conny Méndez. He de decir, que lo copié, porque previamente antes de leerlo, me sucedió esa misma mañana... vi esos puntitos y me gustó verlos, pero no le di la suficiente importancia, porque me considero una persona racional, que a todo tiene que buscarle una explicación y efectivamente, todo el mundo sabe que existen miles de efectos ópticos, ya que la vista es uno de nuestros sentidos más complejos. Lo sé bien, pues me crié junto a un médico experto en este órgano, el ojo. Lo que no me deja de maravillar, es que siendo como soy, siempre hay cabida a la lectura, a la comprensión de todos estos escritos, sin menospreciar cualquier cosa, porque la verdad es siempre relativa, de ahí la expresión de "Tener siempre los ojos abiertos".
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